Time warp: la fiesta que reabrió la polémica

Así fue el final de la "Time Warp", la fiesta electrónica qué convoco a una multitud y término en tragedia: todavía estaba oscuro en la madrugada del 16 de abril y en la puerta del complejo todo era desazón. Habían jóvenes descompuestos sobre las veredas de pasto y los responsables de seguridad seguían trayendo chicos, duros como tablas, que vomitaban y sufrían convulsiones. Los médicos contratados para el evento no alcanzaban a atenderlos. Llamaron al SAME. Cuando llegaron las ambulancias, dos de esos chicos estaban muertos, otros ocho fueron trasladados hasta los hospitales Fernández, Rivadavia y Argerich. Uno de ellos murió en el camino y otros dos, poco después de llegar al hospital. Otros cinco jóvenes fueron internados. Algunos de los que llegaron con vida al hospital tenían 42 grados de temperatura corporal. Los investigadores del caso, desde el primer momento tuvieron dos cosas en claro: Las víctimas habían consumido pastillas de éxtasis adulteradas y, por el horario en que se descompusieron- aproximadamente a las 6am - la droga la adquirieron dentro de la fiesta. Distintos testigos que asistieron a la fiesta relataron a "La Nación" que si bien en el ingreso había controles para evitar que la gente entrara con alcohol o drogas, y que de hecho se les retenían ambas cosas en los cacheos, adentro de la fiesta había gran cantidad de personas consumiendo y vendiendo droga. A pesar de la época, aun sigue habiendo un gran tabú con el tema del consumo de sustancias del cual deberíamos empezar a librarnos para poder tomar acción y controlarlo. Todos sabemos que no es algo de hoy, es por aquellos tiempos, abordando los 70' y los 80' que fue cuando se disparó la fiebre de la droga como algo nuevo y moderno que hacía "volar" al consumidor. Hay que bajar de la nube y contar la verdad acerca de la droga, sí, te puede hacer por un momento pero después caes de sopetón a una realidad llena de problemas de salud que pueden llevarte a la muerte. Eso no es para tomárselo en broma. Los adultos, como padres, deben tomar la iniciativa y hablar con sus hijos acerca del consumo y los peligros que trae con el. No tiene que ser algo que cause vergüenza charlar, el conocimiento es poder. Es preferible tener una incomoda pero educativa charla familiar que terminar cayendo en las redes fantasiosas que la sociedad da a la hora de hablar de drogas. En conclusión, hay que dejar el tabú y encargarnos todos, como sociedad, de parar el camino de la droga. Los adultos educando a los niños previniéndolos de un error y los jóvenes escuchando y estando atentos a los peligros de la credulidad, que no nos tiente, que el hecho de que sea "prohibido" no te llame mas a probrarlo. Sin consumidores, no hay droga. Así fue el final de la "Time Warp", la fiesta electrónica qué convoco a una multitud y término en tragedia: todavía estaba oscuro en la madrugada del 16 de abril y en la puerta del complejo todo era desazón. Habían jóvenes descompuestos sobre las veredas de pasto y los responsables de seguridad seguían trayendo chicos, duros como tablas, que vomitaban y sufrían convulsiones. Los médicos contratados para el evento no alcanzaban a atenderlos. Llamaron al SAME. Cuando llegaron las ambulancias, dos de esos chicos estaban muertos, otros ocho fueron trasladados hasta los hospitales Fernández, Rivadavia y Argerich. Uno de ellos murió en el camino y otros dos, poco después de llegar al hospital. Otros cinco jóvenes fueron internados. Algunos de los que llegaron con vida al hospital tenían 42 grados de temperatura corporal. Los investigadores del caso, desde el primer momento tuvieron dos cosas en claro: Las víctimas habían consumido pastillas de éxtasis adulteradas y, por el horario en que se descompusieron- aproximadamente a las 6am - la droga la adquirieron dentro de la fiesta. Distintos testigos que asistieron a la fiesta relataron a "La Nación" que si bien en el ingreso había controles para evitar que la gente entrara con alcohol o drogas, y que de hecho se les retenían ambas cosas en los cacheos, adentro de la fiesta había gran cantidad de personas consumiendo y vendiendo droga.

A pesar de la época, aun sigue habiendo un gran tabú con el tema del consumo de sustancias del cual deberíamos empezar a librarnos para poder tomar acción y controlarlo. Todos sabemos que no es algo de hoy, es por aquellos tiempos, abordando los 70' y los 80' que fue cuando se disparó la fiebre de la droga como algo nuevo y moderno que hacía "volar" al consumidor. Hay que bajar de la nube y contar la verdad acerca de la droga, sí, te puede hacer por un momento pero después caes de sopetón a una realidad llena de problemas de salud que pueden llevarte a la muerte. Eso no es para tomárselo en broma. Los adultos, como padres, deben tomar la iniciativa y hablar con sus hijos acerca del consumo y los peligros que trae con el. No tiene que ser algo que cause vergüenza charlar, el conocimiento es poder. Es preferible tener una incomoda pero educativa charla familiar que terminar cayendo en las redes fantasiosas que la sociedad da a la hora de hablar de drogas. En conclusión, hay que dejar el tabú y encargarnos todos, como sociedad, de parar el camino de la droga. Los adultos educando a los niños previniéndolos de un error y los jóvenes escuchando y estando atentos a los peligros de la credulidad, que no nos tiente, que el hecho de que sea "prohibido" no te llame mas a probrarlo. Sin consumidores, no hay droga.